Tuesday, March 8, 2011

DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER

COMUNICADO DEL PT






DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER

¡Lucha Mujer!





















El
8 de marzo nos encuentra con suficientes razones para hacer de este día
una jornada de lucha y de denuncia sobre la situación de explotación
capitalista y opresión patriarcal que soportan miles de mujeres en
nuestro país y en el mundo.

A
través de décadas de lucha las mujeres han conquistado derechos
políticos y una legislación que contemple los derechos de la mujer, sin
embargo, la situación de la mujer trabajadora sigue teñida de
dramatismo.

A
nivel urbano, las mujeres trabajadoras están con los trabajos más
precarios y con bajos salarios, la brecha salarial con respecto al
hombre es del 30% en todos los ámbitos laborales.

En
las últimas décadas las mujeres entraron masivamente al mercado
laboral, sin embargo la tasa de desempleo es mayor en las mujeres. 40%
de las mujeres tienen problemas de empleo y El 56 % de las mujeres
jóvenes de 15 a 29 años tienen desempleo abierto. Por otra parte el 58%
de los “microempresarios individuales” son mujeres, verdadero trabajo
informal, sin ningún tipo de seguridad social, donde el segmento
femenino es el de mayor pobreza.

El
trabajo doméstico remunerado es una actividad laboral que absorbe un
porcentaje importante de la población femenina ocupada, este sector
tiene inclusive una discriminación legal y el salario es 50% menor al
salario promedio.

Las
trabajadoras asalariadas deben soportar, además, las humillantes y
odiosas situaciones acoso y asedio sexual y moral, por parte de los
jefes y lamentablemente también de compañeros de trabajo. Estos casos
son escasamente denunciados, ya que no se cuenta con leyes adecuadas y
el proceso está plagado de hechos y que re victimizan a las
denunciantes.

En el sector rural, las
mujeres campesinas que participan de todo el ciclo productivo, nos son
consideradas actividades económicas y por ende no existe correspondencia
entre su participación y el acceso a los recursos productivos. Según
datos oficiales, del 48% de las mujeres rurales que trabajan sólo el 23%
reciben remuneración y por la misma actividad recibe un salario el 50%
inferior al del hombre.

Por
otra parte, los principales problemas que enfrentan las campesinas se
encuentran el acceso a crédito, la falta de tierra, los bajos precios,
la falta de mercados y la falta de capacitación.

A
raíz del modelo agroexportador y de monocultivo extensivo, la aguda
situación de la mujer campesina llega a niveles dramáticos, más de 20 millones de litros de agroquímicos son vertidos cada año en territorio paraguayo. Las poblaciones campesinas e indígenas anexas a las plantaciones de soja sufren la contaminación de los ríos y pozos de agua, la muerte de animales y la destrucción de cultivos de subsistencia. Cáncer, afecciones del sistema nervioso, malformaciones fetales y debilitamiento del sistema inmunológico son, actualmente, enfermedades habituales en el campo paraguayo.

No hay salida para las mujeres dentro del capitalismo








Las
mujeres siempre hemos participado de las luchas de nuestro pueblo,
desde los inicios de la lucha sindical ya estuvieron presente las
mujeres, de los datos que disponemos dan cuenta que en 1913 se
organizaron sindicalmente las primeras mujeres obreras, las cartoneras,
perfumistas unidas, las cigarreras, las costureras unidas. En 1818 el
Centro de Vendedoras del Mercado Central de Asunción, realiza la primera
huelga protagonizada por mujeres.

A
nivel campesino, las mujeres han estado codo a codo en las ocupaciones
de tierra, en los reclamos por mejores precios y actualmente por el
reclamo de protección al medio ambiente y la lucha por mantener la
comunidad campesina.

Heredamos
una historia, muchas veces oculta, de organización y lucha. Desde el
Partido de los Trabajadores consideramos que sólo de esa manera es
posible superar las condiciones precarias y decantes que nos ofrece el
capitalismo.

Por
eso consideramos que la mejor manera de conmemorar el 8 de marzo, es
haciendo un llamado a las mujeres a sindicalizarse, a unirse a las
organizaciones que luchan por tierra, por condiciones de vida digna a
nivel campesino y popular y por sobre todo luchar por una sociedad sin explotación y sin opresiones.

Para
la mujer trabajadora no hay salida dentro del capitalismo. No hay
liberación de la mujer sin el triunfo de la revolución socialista y no
habrá revolución socialista sin la incorporación a la lucha de la mujer
trabajadora. Llamamos a todas las mujeres trabajadoras y pobres de la
ciudad y del campo, a luchar, junto a nuestra clase, por nuestra
liberación y por la sociedad en la que hombres y mujeres podamos vivir
libres y felices, sin ningún tipo de opresión, explotación y
desigualdad, la sociedad socialista.

Comité Ejecutivo Nacional

Asunción, 30 de enero de 2011



Contacto:

Gloria Bareiro: 0992 433 106

DECLARACION DE LA LIT(CI)




















¡Viva la revolución árabe!

¡Viva la lucha de todas las trabajadoras del mundo!



Saludamos las luchas de la mujeres trabajadoras de todo el
mundo, en especial a las que han estado,
y están siendo, protagonistas de la
revolución árabe.

Los medios masivos de comunicación, cuando se refieren a las
mujeres de estas regiones, siempre nos hablan de los terribles abusos que
sufren: lapidación, mutilación genital. Pero nada nos dicen de la lucha que
estas mujeres vienen desarrollando, desde hace mucho, en defensa de sus
derechos. Hoy, al calor de la revolución, las vemos en toda su magnitud, participando
en los enfrentamientos, no como una entidad separada, sino como compañeras de
lucha de los hombres que se rebelan contra los regímenes totalitarios de Ben
Alí, Mubarac y Gadafi.

Fue un grupo de mujeres las que comenzaron las
protestar contra el régimen de Ben Alí.
Estas mujeres, entre las cuales se puede mencionar a Radhia Nasrauoi
(presidenta de la
Asociación Tunecina de Lucha contra la Tortura), tuvieron que pagar su osadía con amenazas de muerte,
persecuciones de la
Policía Secreta e incluso acusaciones de sodomía, a partir de fotomontajes
y videos fraguados que se pasaron por Internet.

Y en Egipto las mujeres estuvieron en las primeras filas
durante el derrocamiento de Mubarak. Amel Said, una trabajadora egipcia
explicó al periódico La Vanguardia de
Barcelona, que su familia, (incluyendo a su marido) la instó a participar. Y dice
que su esperanza es que “ahora las mujeres tendrán voz en los asuntos de
Egipto”. Las mujeres egipcias permanecieron en las calles desde el primer
minuto de la protesta. Las ancianas proveían de agua a los que sufrían los efectos del gas lacrimógeno.
Las madres, esposas y hermanas sujetaban las pancartas, llevaban a sus hijos a
las manifestaciones o preparaban alimentos.
Codo con codo, junto a los
hombres de su familia o a los compañeros
de trabajo, conquistaron la Plaza de la Liberación y allí durmieron, se pasearon con sus
hijos a hombros y gritaron sus demandas
de democracia y libertad. Fueron las 3.000 mujeres trabajadoras de la
mayor fábrica pública textil Hilaturas Misr, situada en Mahala, las que en
diciembre de 2006 recorrieron toda la fábrica (24.000 trabajadores) para iniciar
la primera gran huelga que despertó al movimiento obrero egipcio. Fue esa misma
fábrica la que organizó la huelga del 6 de abril del 2008, que dio nombre al
movimiento que inició las movilizaciones que han tumbado a Mubarak.

No
es casual esta participación de las mujeres trabajadoras y pobres. Ellas, al
igual que sus hermanas de occidente, sufren las consecuencias de las políticas
capitalistas. “Yo pago 600
libras (80 euros) al mes de alquiler y cobro 300”, decía Umm Yasir,
una empleada estatal de 33 años. Y
agregaba que su esposo, también trabajador del Estado, ganaba lo mismo y con
eso tenían que vivir ellos y sus tres hijos. Por eso, agregaba otra activista
“vemos a muchas mujeres, islámicas o no, con velo o sin velo, uniéndose y
ubicándose al frente de lo que pasa en la calle. Esta es la verdadera
igualdad y nunca volveremos al punto de
partida”

“Sólo me siento segura cuando estoy en Tahrir
(Plaza de la Liberación)”,
decían muchas mujeres, “en estos días de revolución nadie nos tocado, ni
acosado, nos sentimos una más” Y ese era
un producto de la revolución, muy importante a destacar ya que no tiene nada
que ver con la realidad cotidiana de estas mujeres. En Egipto, según un estudio
del Centro Egipcio para los Derechos de
las Mujeres, el 83 % de las mujeres
locales y el 98% de las extranjeras son hostigadas sexualmente y hay un caso de
abuso sexual o violación cada 30 minutos, ocasionando 20 mil víctimas al año.

Estas mujeres que vienen soportando siglos de opresión nos
están dando un gran ejemplo. Pero no son las únicas que están en la lucha. Mujeres trabajadoras y jóvenes
estudiantes de Francia, Grecia,
España, Italia, Portugal, Inglaterra participan activamente de luchas de
resistencia que sacuden al viejo continente. Las vemos peleando por empleo,
salario, condiciones de trabajo y defensa de los derechos humanos en los países
latinoamericanos, Cuba incluida. Y son
protagonistas también, del despertar del proletariado yanqui, como se ve en las
movilizaciones de Wisconsin.

La mujer y la crisis
capitalista.

La crisis que tiene su epicentro en Europa y
EE.UU, golpea especialmente a los sectores más frágiles del proletariado, las
mujeres y los inmigrantes.

Los recortes en la salud y educación, hace que suba el
desempleo en las mujeres, las que además sufren la rebaja de los servicios
destinados a la maternidad. Una situación parecida se da
en los EE.UU., donde la mujer ocupa la mayoría de los puestos de trabajo en la
educación y donde la
Secretaría de Educación, en el 2010, estimaba que los cortes del
presupuesto ponían en peligro cerca de 300 mil puestos de trabajo en las
escuelas públicas. Y esto se tiene que ver en el marco de que cerca de un
tercio de las mujeres trabajadoras norteamericanas son jefes de familia.

Y esta realidad se
hace aún más grave cuando se trata de la mujer inmigrante, Ella es discriminada como trabajadora, como mujer y como inmigrante.
Las leyes de
inmigración convierte la vida de los inmigrantes, hombres y mujeres, en un
infierno. La conocida como la “Ley de la vergüenza” aprobada por la Comisión Europea
en junio del 2008, permite encarcelar al inmigrante sin papeles durante 18
meses

Una denuncia
de Médicos sin Fronteras saca a
la luz la violencia sexual sufrida por mujeres subsaharianas, detenidas en
Marruecos cuando intentaban llegar a
Europa. Entre mayo de 2009 y enero de de 2010, una de cada tres mujeres atendidas
por Médicos Sin Frontera, en Rabat y
Casablanca, admitió haber sufrido uno o varios ataques sexuales, estando fuera
de su país de origen. El documento de denuncia concluye diciendo que: “el uso de la violencia sexual
se convierte así en una de las prácticas violentas más habituales contra la
mujer en el marco del fenómeno migratorio.

EL aumento de la violencia conra la
mujer

La
crisis económica, el desempleo, la falta de perspectivas, agudiza la violencia conra la mujer. El
estudio ¿La crisis invisible?,
rebela el aumento de víctimas de violencia doméstica en Bulgaria,
Estonia, Irlanda, Holanda, Escocia, Rumania y
Eslovaquia; aumento del tráfico de mujeres en Alemanha, Hungria y Reino
Unido, y un aumento de la protitución y de ataque a prostitutas en Alemanha y
Reino Unido.

Em Portugal, en 2010, murieron 43 mujeres
víctimas de violencia doméstica. En Francia una mujer es asesinada cada tres
días en casos de violencia domética. En
Italia se estima que 6,7% de las
mujeres sufrieron violencia física y sexual a lo largo de su vida.

Estos números crecen en los países latinoamericanos.
En el Brasil cada 15 segundos una mujer es víctima de la violencia y existe una tasa de 3,9 mujeres asesinadas cada 100 mil
habitantes. En El Salvador esa tasa sube a 12,7. Esa violencia aunmenta cuando se trata de mujeres
lesbianas y mujeres indígeneas que sufren
abusos y ataques sexuales por parte de militares, contrabandistas y
traficantes.

Y la mayor violencia viene de parte de los
estados latinoamericanos que, al seguirse negando a legalizar el aborto,
condenan a la muerte o a la mutilición a una enorme cantidad de jóvenes mujeres trabajadoras y pobres.



¿Por qué
luchan la mujeres?



Millones de mujeres mueren cada día víctima de la violencia doméstica, de abortos
clandestinos, de violaciones, de hambre y miseria. Millones de trabajadoras
sufren discriminación laboral, reciben
menor salario por igual trabajo, sufren
acoso sexual, son despedidas sin piedad cuando quedan embarazadas. Millones de
mujeres se vuelven parias porque no tienen estudio, ni trabajo, muchas ni
siquiera documentos.

Contra esa realidad luchan las mujeres. Por eso participan en la revolución árabe, en la resistencia
europea, en las diferentes luchas de los trabajadores y pobres de Latinoamérica.

Desde la LIT-CI
hacemos llegar nuestra solidaridad a las mujeres árabes y a todas las
trabajadoras que están enfrentando las políticas capitalistas y peleando por
sus derechos democráticos, como la legalización del aborto.

Esas luchas son muy importantes y
extremadamente necesarias. Pero no son suficientes. Para lograr la
verdadera liberación de la mujer, es
necesario acabar con esta sociedad en la que unos pocos viven de la explotación
a las grandes mayorías. Debemos reemplazar esta
sociedad injusta por una igualitaria y solidaria, la sociedad socialista
que sólo podremos comenzar a construir a partir de que los trabajadores (hombres
y mujeres) tomen el poder político en
todos los países del mundo y derroten definitivamente al imperialismo.

Desde la LIT-CI
llamamos a todas las trabajadoras, a las jóvenes estudiantes, a las mujeres
pobres de la ciudad y del campo, a sumarse a la lucha por esa nueva sociedad y a la tarea de construir la dirección
revolucionaria mundial que nos permita lograr ese objetivo.



Secretaría
Internacional de la Mujer

Liga
Internacional de los Trabajadores- IV Internacional





de
marzo de 2011

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